“…148-150 y 2008 La posibilidad de que -ḿi/-nai pueda ser una palabra asociada a la primera persona, ya sea como verbo copulativo o pronombre personal (moncunill y velaza 2019, p. 366), ha hecho planear la sospecha de que pudieran existir inscripciones parlantes en ibérico (Gómez moreno 1945;michelena 1961, p. 19), una posibilidad que el mismo untermann, aunque con reservas, no descartó para algunos casos concretos (MlH III.1, p. 172) y que otros autores han seguido barajando más recientemente (Rodríguez Ramos 2004, p. 298 y 2005Ferrer 2006, pp. 148-150;moncunill 2007, p. 242, y 2017moncunill y Francès 2017;velaza 2019, p. 178;vidal 2019) 11 . Sin embargo, hasta la fecha esta cuestión no ha sido abordada de forma global ni tomando plenamente en consideración la dimensión cultural de este fenómeno, esto es, la influencia directa que los modelos epigráficos griegos pudieron haber ejercido en la adopción de esta práctica, un factor que a nuestro modo de ver resulta crucial para determinar si estas inscripciones ibéricas han de ser, al fin y al cabo, interpretadas como tituli loquentes.…”