La ficción se ha usado como herramienta de escritura experimental etnográfica de forma asidua desde la crisis de representación en antropología a partir de la década de 1980. En este artículo se analiza un aspecto menos tratado de la ficción etnográfica: las posibilidades que ofrece para pensar, desde otro ángulo, el problema del anonimato de las fuentes y la responsabilidad ética hacia las personas sobre las que se escribe. En concreto, se plantea un relato de ficción, "Las memorias de Agripina", para tratar el tema del empleo de procesos participativos en la gestión patrimonial. Agripina relata en primera persona un variado repertorio de experiencias dentro del ámbito patrimonial. A través de este relato, el artículo plantea el género de la "ficto-crítica" como un dispositivo metodológico, teórico y político que cuestiona y reflexiona sobre la realidad patrimonial y social. Palabras claves: ficción, trabajo de campo etnográfico, patrimonio, régimen patrimonial, participación.