Universidad Nacional de Educación a Distancia RESUMEN.Tras revisar la dinámica más reciente de las pautas de organización familiar en las sociedades avanzadas, que ha conducido al progresivo y sistemático debilitamiento de los vínculos de parentesco y a la emergencia de las llamadas «familias postnucleares», el contenido del presente artículo se propone evaluar la importancia estructural de las diferentes formas de familia y hogar en la Comunidad de Madrid. Con ese objeto se ha procedido a realizar una comparación de los datos madrileños -provinientes de la Encuesta de Condiciones de Vida y Trabajo (1985) y de la Encuesta Demográfica de la Comunidad de Madrid (1986)-con los correspondientes a España y a los países de nuestro más inmediato entorno sociocultural. La comparación revela la distancia que separa a la familia madrileña de las pautas que parece se van imponiendo en las sociedades avanzadas. El autor cree así que, mediado el decenio de los ochenta, se puede apostar razonablemnete por la falta de relevancia estructural de las llamadas formas de familia postnucleares en la sociedad madrileña y, por ende, en la española*. * El contenido del escrito que aquí se presenta forma parte de los resultados de una investigación más amplia sobre formas de familia y trabajo en la comunidad madrileña. Tal investigación se realizó a instancia de la Consejería de Economía de la Comunidad de Madrid en el generoso ambiente de la Fundación Investigaciones Económicas y Sociales Aplicadas. Muy en particular, el autor desea expresar públicamente su agradecimiento a Luis Joaquín Garrido, director de la fundación ÍES A, quien dedicó un tiempo del que no disponía a discutir las versiones previas y aportar sus siempre inteligentes sugerencias; también es obligado mencionar en el capítulo de los agradecimientos a María Pilar Sahún y a Carmen Dionis, quienes se hicieron cargo de la explotación estadística de-la ECVTE con una paciencia y entusiasmo que desbordaron con creces los límites de lo razonable. Reís51/90 pp. 53/78

En el Canto XIX de la Odisea, Hornero ha registrado una significativa descripción de la realeza helénica. Ulises, interrogado por Penélope acerca de su identidad, su linaje y su procedencia, compara a aquélla con un rey eximio y temeroso de los dioses que «reina sobre muchos y valerosos hombres, y hace que triunfe la justicia y que produzca la negra tierra trigo y cebada y que se inclinen los árboles por el fruto, y que las ovejas paran robustas y el mar produzca peces por su buen gobierno, y que el pueblo sea próspero bajo su cetro» (Hornero, 1976, Canto XIX: 107 y ss.). Un tanto desdibujadas, aparecen en el canto homérico las tres funciones que debe cumplir un rey que se precie de tal dignidad. A saber: la ordenación justa de su reino; el ejercicio de la fuerza para defensa de sus subditos, y la prosperidad material de sus dominios. Lejos de ser únicamente un artificio retórico que el poeta pone en boca de Ulises para mayor alabanza de Penélope, con ocasión de su mutuo reencuentro, esta fórmula homérica expresa la más arcaica estructura en la que los pueblos indoeuropeos han codificado su representación de la Soberanía.«Se lee en una inscripción persa aqueménida de Darío la expresión de una oración para desterrar del país tres calamidades: dusiyara 'la mala cosecha', 25/84 pp. 181-195

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