ResumenLa isla de Chiloé, en el sur de Chile, fue el escenario de un proyecto sin precedentes: el desarrollo de un parque eólico donde la comunidad Huilliche, pueblo ancestral de la zona, sería propietaria del proyecto. Con el sostén del Banco Interamericano de Desarrollo, el proyecto buscaba apoyar la transición hacia una matriz eléctrica más limpia; pero sobre todo integrar de manera definitiva a los pueblos originarios en la sociedad chilena a través de su participación en empresas económicas de alto valor. Siguiendo la idea de la participación ciudadana como experimentación, en este artículo seguimos etnográficamente el proceso de gestación, desarrollo y posterior fracaso del proyecto. El caso, argumentamos, permite reflexionar sobre los riesgos de agresión cultural a los que están expuestos los experimentos participativos, pero también sobre su capacidad para abrir espacios productivos de especulación identitaria, ética y política. Acuñamos la figura de los "disensos ontológicos" para mostrar las ambivalencias de los experimentos participativos y para debatir sobre el futuro de la implicación de los pueblos originarios en el desarrollo eléctrico chileno.
PalabRas ClaveEnergía eólica; Participación; Política ontológica; Pueblos indígenas.
abstRaCtThe island of Chiloé, in southern Chile, was the miseen-scene of an unprecedented project: the development of a wind farm in which the Hulliche community, the ancestral people of the area, would own and run the operation. With the support of the Inter-American Development Bank, the aim of the project was the production of sustainable and renewable energies, but more importantly the integration of indigenous communities into the Chilean society via their participation in a high-value economic enterprise. Drawing on the idea of citizen participation as a form of experimentation, in this article we follow ethnographically the process of incubation, development and failure of this project. The case, we argue, allows a reflection about the risk of cultural aggression embedded in participatory experiments, but also about their capacities to crack open productive spaces for identity, political and ethical speculation. We coin the term "ontological disagreements" to indicate the ambivalences of participatory experiments and to debate about the future of indigenous engagement in energy projects.