“…De tal forma, el proceso de desarrollo en la adolescencia ha sido asociado en la literatura científica hacia patrones conductuales estereotipados como rebeldía, la inestabilidad o conflictividad (Casco & Oliva, 2005;Liau, 2007), búsqueda de autonomía (Cid et al, 2013;Mayseless & Scharf, 2007, Zacarés et al, 2009), egoísmo (Baker & Palmer, 2006;Gardner, Roth, & Brooks-Gunn, 2008), o comportamientos de riesgo (Freitas-Rosa, Gonçalves, & Antunes, 2015;Ratcliff, Jenkins, Reiter-Purtill, Noll, & Zeller, 2011). Las metas facilitan, además, la presencia de unas conductas u otras según la predominancia que el adolescente de a las diferentes metas existentes, provocando que su vida diaria se oriente de igual modo hacia actividades encaminadas a satisfacer o cumplir las metas planteadas, así como el tipo de metas que construirá vitalmente más adelante.…”