“…Asimismo, una evaluación diagnóstica precisa y minuciosa permite identificar variables que pueden estar afectando negativamente el desarrollo infantil, tales como condiciones de pobreza, falta de estimulación, bajas expectativas parentales, bajo nivel de instrucción de los progenitores, carencias nutricionales, hacinamiento, etc. (Canetti et al, 2002;Lipina, 2006;Mazzoni, Stelzer, Cervigni, & Martino, 2014;Orozco-Hormaza, Sánchez-Ríos, & Cerchiaro-Ceballos, 2012;Schonhaut, Rojas, & Kaempffer, 2003). En consecuencia, resulta fundamental detectar tempranamente problemas en el neurodesarrollo, debido a que sus alteraciones pueden repercutir negativamente en el aprendizaje, funcionamiento y adaptación del niño en edades posteriores (Flores, 2013).…”