Este artículo analiza una serie de inscripciones ibéricas en las que aparece el elemento -ḿi / -nai, para el que defendemos una interpretación o bien como pronombre personal de primera persona o bien como primera persona del verbo copulativo. De ello se desprende que un conjunto de inscripciones ibéricas, especialmente sobre cerámica, y en menor medida sobre plomo y piedra, podrían interpretarse como tituli loquentes y, en consecuencia, responderían a una tipología epigráfica bien conocida entre las culturas escritas del Mediterráneo occidental. El artículo indaga asimismo en los posibles modelos exógenos concretos que habrían podido motivar la adopción de este hábito, decantándose por la influencia de la epigrafía griega como motor principal.